sábado, 24 de abril de 2010

Mistyc River


Tres niños que juegan en su calle, son increpados por un supuesto policía por estropear una acera. A una de ellos, se lo lleva en su coche, supuestamente para llevarlo a casa, pero se trata de un rapto, en el que violan y maltratan al pobre chico. Este acontecimiento, marca la vida de los tres niños. De mayores, uno es policía (Kevin Bacon), otro regenta una tienda tras ser un ex-convicto (Sean Penn), y el maltratado (Tim Robbins), esta un poco desequilibrad
o y subsiste en empleos de poca monta. La hija de Penn, aparece muerta una mañana, y el encargado de la investigación, es Bacon, apenas ya mantienen relación entre los tres, y la investigación, les fuerza a ello, pues Robbins, fue la última persona que vio con vida a la hija de Penn.

Todo muy bien contado, con una secuencia de escenas lógica, sin ningún artificio, todo tiene su sentido, incluso hasta el sorpresivo final, no lo ves venir hasta que este llega, y entonces te das cuenta que Eastwood, no te ha estado engañando para llegar a esta conclusión, sino todo lo contrario, era bastante evidente, pero como espectador, estamos cegados por las ansias de venganza al igual que los protagonistas, y el árbol, no nos deja ver el bosque.
Digo todo esto, porque a buen seguro que esta película en otras manos, habría tomado unos derroteros bien distintos, y el resultado sería muy distinto, ya que es una película que habla de muchas cosas, amor, odio, amistad perdida, relación entre hermanos, sentimientos puros, y no tan solo del asesinato de una joven inocente.

La investigación llevada por Kevin Bacon, y su compañero Lawrence Fishburne, es del todo creíble, y no hay nada forzado, se sigue con total naturalidad, lo que le da aún más realismo a la película.

Los actores están perfectos en su papel, desde los protagonistas a los secundarios: Sean Penn y Tim Robbins, destacan por lo bien que interpretan, pero Bacon y Fishburne, no se quedan atrás, al igual que las dos protagonista femeninas de la película, las mujeres de Penn y Robbins, Laura Linney y MaryGay Harden. El chico que hace del novio de la asesinada (Tom Guiry), tampoco lo hace nada mal, y es completamente creíble su apasionado amor por la muerta. Se nota que Eastwood sabe dirigir actores.

Una película que no deja indiferente, y que su final no es nada Hollywodiense, y te deja tocado. Eso sí, una gran película y redonda, la mires por donde la mires. Una de las mejores de Clint Eastwood
.

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