
Tres niños que juegan en su calle, son increpados por un supuesto policía por estropear una acera. A una de ellos, se lo lleva en su coche, supuestamente para llevarlo a casa, pero se trata de un rapto, en el que violan y maltratan al pobre chico. Este acontecimiento, marca la vida de los tres niños. De mayores, uno es policía (Kevin Bacon), otro regenta una tienda tras ser un ex-convicto (Sean Penn), y el maltratado (Tim Robbins), esta un poco desequilibrad
o y subsiste en empleos de poca monta. La hija de Penn, aparece muerta una mañana, y el encargado de la investigación, es Bacon, apenas ya mantienen relación entre los tres, y la investigación, les fuerza a ello, pues Robbins, fue la última persona que vio con vida a la hija de Penn.Todo muy bien contado, con una secuencia de escenas lógica, sin ningún artificio, todo tiene su sentido, incluso hasta e
l sorpresivo final, no lo ves venir hasta que este llega, y entonces te das cuenta que Eastwood, no te ha estado engañando para llegar a esta conclusión, sino todo lo contrario, era bastante evidente, pero como espectador, estamos cegados por las ansias de venganza al igual que los protagonistas, y el árbol, no nos deja ver el bosque.
Digo todo esto, porque a buen seguro que esta película en otras manos, habría tomado unos derroteros bien distintos, y el resultado sería muy distinto, ya que es una película que habla de muchas cosas, amor, odio, amistad perdida, relación entre hermanos, sentimientos puros, y no tan solo del asesinato de una joven inocente.
La investigación llevada por Kevin Bacon, y su compañero Lawrence Fishburne, es del todo creíble, y no hay nada forzado, se sigue con total naturalidad, lo que le da aún más realismo a la película.

Los actores están perfectos en su papel, desde los protagonistas a los secundarios: Sean Penn y Tim Robbins, destacan por lo bien que interpretan, pero Bacon y Fishburne, no se quedan atrás, al igual que las dos protagonista femeninas de la película, las mujeres de Penn y Robbins, Laura Linney y MaryGay Harden. El chico que hace del novio de la asesinada (Tom Guiry), tampoco lo hace nada mal, y es completamente creíble su apasionado amor por la muerta. Se nota que Eastwood sabe dirigir actores.
Una película que no deja indiferente, y que su final no es nada Hollywodiense, y te deja tocado. Eso sí, una gran película y redonda, la mires por donde la mires. Una de las mejores de Clint Eastwood.
l sorpresivo final, no lo ves venir hasta que este llega, y entonces te das cuenta que Eastwood, no te ha estado engañando para llegar a esta conclusión, sino todo lo contrario, era bastante evidente, pero como espectador, estamos cegados por las ansias de venganza al igual que los protagonistas, y el árbol, no nos deja ver el bosque.Digo todo esto, porque a buen seguro que esta película en otras manos, habría tomado unos derroteros bien distintos, y el resultado sería muy distinto, ya que es una película que habla de muchas cosas, amor, odio, amistad perdida, relación entre hermanos, sentimientos puros, y no tan solo del asesinato de una joven inocente.
La investigación llevada por Kevin Bacon, y su compañero Lawrence Fishburne, es del todo creíble, y no hay nada forzado, se sigue con total naturalidad, lo que le da aún más realismo a la película.

Los actores están perfectos en su papel, desde los protagonistas a los secundarios: Sean Penn y Tim Robbins, destacan por lo bien que interpretan, pero Bacon y Fishburne, no se quedan atrás, al igual que las dos protagonista femeninas de la película, las mujeres de Penn y Robbins, Laura Linney y MaryGay Harden. El chico que hace del novio de la asesinada (Tom Guiry), tampoco lo hace nada mal, y es completamente creíble su apasionado amor por la muerta. Se nota que Eastwood sabe dirigir actores.
Una película que no deja indiferente, y que su final no es nada Hollywodiense, y te deja tocado. Eso sí, una gran película y redonda, la mires por donde la mires. Una de las mejores de Clint Eastwood.

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